dissabte, 25 d’octubre del 2014

Oda al Amor


Nunca supe separar el sexo del amor,
por eso no puedo partir mi corazón en dos
y acariciar una segunda piel.
Por eso cuando no me abro, no sigo;
Y por eso cuando me abro, me ABRO,
aunque el miedo que explota en mi vientre me invente cuentos distintos.
Me abro a explorarme en el vínculo,
y a perderme en castillos de aire que se dibujan a lo lejos con tu nombre.
Me entrego a ser vulnerable a pesar de los puñales que marcaron mi piel.
Y también, a ratos, me envuelvo con las dudas que anudan mi ser
y difuminan el horizonte de mis anhelos.
Vestiduras que pesan, dividen y alejan.

Nunca supe separar el sexo del amor,
por eso no puedo conciliar la calma
sabiendo que hay otras pieles que imantan tus deseos
y otras miradas que reflejan tus amaneceres.
No me visto de seda para tratar de seducirte con trapos brillantes,
ni me perfumo de rosas para que entres en mi Edén.
Hago lo que hago porqué honro mi ser mujer,
porqué me apetece dibujar una sonrisa en el reflejo de mis espejos
y valorar cada rincón sagrado de mi cuerpo.
Por eso adorno mi coraza,
para suavizarla ante mi mirada
y poder firmar acuerdos que nos permitan soltarnos con amor.

Nunca supe separar el sexo del amor.
Nunca supe y nunca quiero saber.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada